Simular innovar vs. Innovar de verdad.

En todos los corporativos se habla de innovación, pero pocos son los que realmente innovan. Muchas veces, la innovación se vive como simulación corporativa y no como una verdadera prioridad estratégica. Esto es a lo que a Steve Blank le llama el  Innovation Theater.  

Desde mi experiencia, las compañías que simulan innovar por lo general abordan la innovación de la siguiente manera:

Paso 01. Reducen los esfuerzos de innovación a entrenar en 4 horas a sus colaboradores en la metodología del momento (lean start up, design thinking, agile, etc)  y después los ponen a generar ocurrencias creativas a través de lluvias de ideas sin estructura o concursos de innovación que duran medio día.

Paso 02. Premian a los participantes que hayan generado las ocurrencias «más disruptivas» por no decir más disparatadas porque en realidad existe mucha confusión sobre lo que realmente es innovación disruptiva.

Paso 03. Los participantes ganadores hacen presentaciones en power point de sus ideas de innovación a los jefes quienes los felicitan, se sacan la foto con ellos y la mandan en el siguiente newsletter de comunicación interna para que todo mundo se entere que existe una «cultura de innovación» en la organización.

Paso 04. Repiten el paso 1, 2 y 3 hasta matar para siempre las ganas de innovar.

¿Por qué sucede esto?  ¿Por qué los corporativos que están llenos de gente inteligente invierten el tiempo y talento de sus colaboradores en pensar ideas de innovación desarticuladas que al final terminan en un power point? 

Porque este tipo de acercamiento crea la ilusión de estar innovando sin la necesidad de invertir seriamente en innovación y sin la necesidad de asumir el riesgo que implica crear algo nuevo que sea de valor para alguien.

Simular la innovación tiene beneficios en el corto plazo porque parece que las cosas se están haciendo de manera diferente, pero resulta contraproducente en el mediano plazo porque genera mucha frustración. La gente que participa en este tipo de procesos pronto pierde interés porque se da cuenta que de nada sirve participar porque a la mera hora nadie hace nada. Por otro lado, también se genera mucha frustración en el equipo directivo de los corporativos porque cuando se dan cuenta que nada se tangibiliza, sienten que están desperdiciando recursos y que invertir en innovación no vale la pena.

¿Quién tiene la culpa de que la innovación como simulación suceda? Todos, sí todos los que consciente o inconscientemente se coluden con este tipo de acercamiento porque se sienten más cómodos, seguros y tranquilos simulando que innovando. Cuando digo todos, también incluyo al gremio al que pertenezco, consultoras y agencias de innovación que no siempre advierten a sus clientes sobre los peligros de caer en simular la innovación.

Creo que si realmente queremos ayudar a que la innovación suceda, es importante  abrir la conversación para no perpetuar la simulación. Gracias a clientes comprometidos con la innovación, he aprendido qué hacen las organizaciones para salir de la simulación y lograr innovar exitosamente.  A continuación un resumen simplista de las virtudes de su acercamiento.

Paso 01. Definen oportunidades o retos estratégicos de innovación.  Esto quiere decir que únicamente se consideran las ideas o proyectos de innovación que ataquen estas oportunidades y retos.

Paso 02. Invierten recursos para atraer y desarrollar el talento correcto para innovar. No caen en la tentación de ver la innovación como carga de trabajo adicional que debe resolver el talento que tienen para operar el negocio actual.

Paso 03. Invierten recursos económicos para co-crear, experimentar, ajustar, desarrollar, lanzar y escalar soluciones de innovación que atacan las oportunidades o retos estratégicos definidos en el paso 01. Saben que este tipo de inversión es mucho más significativa que la inversión que se requiere para simular la innovación pero están dispuestos a asumir el riesgo porque están realmente comprometidos por crear algo mejor de lo que actualmente existe y saben que sin este compromiso la innovación no sucede.

Paso 04. Son capaces de repetir el paso 1, 2 y 3 de manera sistemática hasta que logran crear una disciplina de innovación sostenible dentro de sus organizaciones.

Si tienes la suerte de trabajar en una organización que realmente innova, aprovecha la oportunidad para crear soluciones que mejoren la vida de alguien. Si por el contrario, trabajas en una organización que sigue en la etapa de simular la innovación, no te desanimes pues la intención de innovar sí existe, solo falta que alguien alce la voz para evidenciar las cosas que deben cambiar con respecto al acercamiento que se tiene hacia la innovación para salir de la simulación y lograr realmente innovar.

A continuación, les comparto algunas claves y mi modelo de los 3 puentes de innovación por si les sirve para iniciar la conversación.

Clave 01. Diseña un equipo que opere el negocio actual y un equipo que opere las iniciativas de innovación. (el equipo de innovación no necesariamente tiene que ser grande y no necesariamente debe estar 100% enfocado en innovar pero sí debe ser su prioridad).

Clave 02. No aisles al equipo que innova del equipo que opera. Debes administrar de manera muy cercana la transferencia de conocimiento entre estos dos equipos. Para lograrlo piensa en 3 puentes de transferencia.

Puente 01. De la estrategia a soluciones de innovación a nivel conceptual.

Puente 02. De las soluciones a nivel conceptual a prototipos y experimentos que te ayuden a descubrir la solución que realmente debe existir.

Puente 03. De los prototipos y experimentos al desarrollo y lanzamiento de la solución de innovación al mercado.

Los tres puentes de innovación.001

Si quieres conocer más acerca de este modelo escríbeme aquí.

 

Si quieres compartir con alguien las diferencias entre simular innovar y realmente innovar aquí te dejo una imagen que resume a grandes rasgos las diferencias principales.

Simular innovar vs. innovar de verdad.002

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