Entre más cosas ves, más ideas tienes.

La calidad de tus ideas está relacionada a la diversidad de estímulos a los que estás expuesto. Si únicamente te inspiras de referencias que están alineadas a tus creencias e intereses actuales te repetirás a ti mismo.

Debes reconocer que existe una fuerte inercia para inspirarte de referentes homogéneos. Los algoritmos de búsqueda y recomendación de las plataformas digitales que usas están optimizados para capturar tu atención el mayor tiempo posible en base a tus preferencias actuales, no están diseñados para ayudarte a descubrir contenido que amplíe tus horizontes. Por lo anterior, descubres música muy parecida a la que actualmente te gusta, ves series similares a las que terminaste de ver la semana pasada, lees el mismo tipo de artículos y sigues en redes sociales a gente parecida a ti. Crees que exploras y descubres cosas nuevas pero en realidad lo único que haces es consumir más de lo mismo. 

Si quieres tener más y mejores ideas debes inspirarte de lo que se encuentra en el terreno adyacente a lo que actualmente te interesa. Una forma de lograrlo es investigar cuáles son las fuentes de inspiración de la gente que admiras o respetas creativamente. Qué autores leen, qué música escuchan, a qué podcasts están suscritos, a quiénes admiran, con quién están en desacuerdo, qué otros proyectos tienen, etc.

Cuando le das permiso a tu curiosidad de explorar más allá del contenido que acostumbras consumir, tu acervo de referencias se expande y crece tu repertorio de inspiración para crear. Entra más cosas ves, más ideas tienes.