
El día que entré a primaria estaba muy nervioso pues yo venía de un kinder muy chico y el cambio de escuela implicaba iniciar clases en un lugar muy intimidante donde no conocía a nadie. Para mi fortuna la primera clase del día era la clase de dibujo, eso me tranquilizó porque yo creía que sabía dibujar. Recuerdo que la maestra nos entregó el boceto de un constructor y nos pidió que lo coloreáramos para conocer nuestro nivel de destreza. Me esforcé para que el dibujo quedará parecido a lo que imaginaba y al terminarlo me sentí orgulloso pues lo había logrado. Entregué mi dibujo a la maestra y acto seguido me lo regresó con un 5 de calificación.
Yo a los 6 años: ¿Por qué 5?
Maestra: Porque está incompleto, dejaste la camisa del constructor en blanco.
Yo a los 6 años: Pero es que yo quiero que la camisa sea blanca y no tengo color blanco.
Maestra: No trates de engañarme, tienes 5 y punto.
Yo ahora: Que poca madre.
Esto no fue lo peor de la experiencia, lo peor fue que justo después de reprobarme, la maestra mostró los 5 mejores trabajos de la clase a todo el grupo señalando lo bien que estaban coloreados. Recuerdo que dijo: “Miren que creativos son los 5 compañeros que entregaron estos dibujos”.
Ese fue el día en el que me enfrenté por primera vez a una triste realidad: La sociedad confunde creatividad con destreza artística. Esto es un problema porque los que no tenemos nuestra destreza artística desarrollada a temprana edad somos etiquetados tácitamente como no creativos y por eso, entre otras razones, nos sentimos inseguros al crear desde muy pequeños.
La destreza artística y la creatividad son dos cosas diferentes. La destreza artística es una habilidad que se desarrolla con la práctica, mientras la creatividad es la capacidad que todos tenemos de pensar en posibilidades. Crecemos creyendo que la creatividad es una especie de don divino reservado para unos cuentos privilegiados pero esto es falso. Todos los seres humanos somos creativos pues hace 200,000 años desarrollamos como especie la corteza prefrontal en el cerebro, región donde se ejecutan las funciones cognitivas avanzadas como el pensamiento divergente y la resolución de problemas.
Si todos somos capaces de pensar en posibilidades, ¿por qué a veces nos cuesta tanto trabajo hacerlo? Desde mi punto de vista se debe a que conforme crecemos nos desconectamos gradualmente del estado mental correcto para crear. Para recuperar dicho estado mental, es necesario cultivar los que yo considero que son los 3 rasgos principales de la mentalidad creativa:
1. Tolerancia al rechazo.
2. Apertura a compartir ideas.
3. Pasión por mejorar lo vigente.
1. TOLERANCIA AL RECHAZO.
Tus ideas no le van a gustar a todos, en creatividad siempre existe un grado de rechazo. El problema es que nos cuesta mucho trabajo tolerarlo, porque como explica el Dr. Gabor Mate, “estamos programados genéticamente para buscar la aceptación del otro por encima de la propia autenticidad”. Por lo anterior, debemos hacer un esfuerzo consciente para sentirnos cómodos con el rechazo implícito que existe en cualquier proceso creativo. Para Joe Gebbia, co-fundador de Airbnb, el secreto no radica en tratar de eliminar el rechazo del otro, sino en aprender a convertirlo en una invitación para mejorar tus ideas. En entrevista con Tim Ferriss, Gebbia comparte una ecuación para tolerar el rechazo que aprendió en una clase de emprendimiento.

Otra herramienta para incrementar la tolerancia al rechazo es el Aikido Creativo, esta técnica la aprendí de Christer Windeløv-Lidzélius y David Storkholm de Kaos Pilots, durante el curso de liderazgo creativo que se impartió en RedBox durante la semana de innovación de 2015.
A continuación parafraseo de manera poco exacta la explicación que nos dieron en su momento: “El Aikido es un arte marcial donde se utiliza la fuerza del oponente para someterlo, el Aikido Creativo es una técnica donde se utiliza la resistencia o rechazo del otro como inspiración para crear más”.
¿Cómo funciona la técnica?
Paso 01. Acepta el rechazo como inspiración.
Paso 02. Intégralo a tu idea original.
Paso 03. Presenta una idea mejorada.
Esta es la fórmula:

Importante: Es fundamental empezar la fórmula del Aikido Creativo con un sí ya que de esta manera se acepta el rechazo como una invitación a crear más. La segunda parte de la fórmula (lo que me inspira del rechazo es) es la más importante pues te ayuda a detectar el elemento específico del rechazo que te puede inspirar a mejorar tu idea. Esto es clave pues debes ser selectivo con lo que tomas en cuenta del rechazo pues el rechazo en su totalidad no inspira, lo que inspira son fragmentos de éste. Finalmente, la tercer parte de la fórmula (por lo tanto también podríamos) te ayuda a recordar que debes presentar una versión mejorada de tu idea.
2. APERTURA A COMPARTIR TUS IDEAS.
“Si quieres que tus ideas fracasen, asegúrate de no compartirlas con nadie” Scott Belsky.
Las ideas se enriquecen al compartirlas con otros, el problema es que tenemos miedo de hacerlo porque todos hemos escuchado historias de terror sobre plagio. No se trata de compartir tus ideas con la competencia, con tu archienemigo o con personas a las que de plano no les interesas, se trata de compartirlas con la gente correcta.
En una conferencia durante el festival Story 2017, escuché decir a Mathew Luhn, ex guionista de Pixar, algo muy obvio pero que en la práctica se nos olvida. “No compartas tus ideas de historias con tu mecánico o con tu mamá, compártelas con otros guionistas de confianza que te puedan ayudar a mejorarlas”. Quizá por este tipo de pensamiento es que en Pixar existe un mecanismo de colaboración llamado Brain Trust, la premisa del mecanismo es muy simple y al mismo tiempo muy efectiva: “junta en el mismo cuarto a un grupo de gente lista y apasionada para que te ayuden a mejorar tu historia y pídeles que te den su retroalimentación sincera de manera amable”.
Para recuperar la apertura a compartir ideas a mi me sirve mucho recordar lo que señala el músico Brian Eno, “las grandes ideas generalmente nacen en grupo, es por eso que los grandes artistas, intelectuales e innovadores de la historia en realidad fueron parte de una escena creativa la cual les sirvió como plataforma para llevar sus ideas al siguiente nivel”. Austin Kleon rescata este concepto en su libro Show Your Work donde recomienda encontrar tu Scenius (Scene + Genius), un grupo de personas que esté dispuesta a colaborar contigo con el propósito de ayudarte a enriquecer y desarrollar tus ideas siempre y cuando, tú les ayudes a desarrollar y mejorar las suyas. “Al ser parte de una escena creativa (Scenius) reconoces que la creatividad en cierto sentido es siempre una colaboración, es el resultado de una mente conectada a otras mentes”.

Mi ejemplo favorito de una escena creativa virtuosa es la forma en que se formó la banda Pearl Jam pues nació de la habilidad que tuvo Eddie Vedder de construir sobre las ideas de otros músicos que nunca había visto en su vida.
A continuación un fragmento de la historia tomado de la biografía de Pearl Jam publicada en la revista Rolling Stone.
“Stone Gossard, Jeff Ament y Mike McCready (3 de los 5 integrantes actuales de Pearl Jam) trabajaron en un demo a finales de 1990. Le entregaron la cinta a Jack Irons (Ex baterista de los Red Hot Chilli Peppers) para que se involucrara en el proyecto pero declinó. Afortunadamente Irons mandó la cinta a Eddie Vedder, un vocalista que conocía en San Diego. Cuando Eddie recibió el demo, inmediatamente escribió la letra de las canciones, hizo una nueva cinta incluyendo su voz y la mandó de regreso a Seatle. Cuando Gossard, Ament y McCready escucharon el resultado mandaron un boleto de avión a Eddie Vedder con destino a Seatle y el resto es historia”. Si les da curiosidad escuchar el demo original den click aquí.

¿Cómo encontrar tu escena creativa?
Paso 01. Busca un grupo de personas que compartan tu mismo propósito o causa creativa. Ojo, esto no quiere decir que debas buscar gente que piense exactamente igual que tú o que tenga ideas similares. Al contrario, entre más diverso sea tu grupo, mejor será la retroalimentación.
Paso 02. No tengas miedo a que te roben tus ideas, compártelas abiertamente con tu escena creativa. Entre más compartes, más recibes de vuelta.
Paso 03. Deja que tu escena creativa construya sobre tus ideas aunque sientas que se están desvirtuando un poco, una vez que tengas suficiente retroalimentación, edita lo que te sugieren y quédate únicamente con lo que tú consideres que realmente enriquece el proyecto, el resto deséchalo.
Paso 04. Construye sobre las ideas del resto de tu escena creativa desde una perspectiva de crecimiento, siempre pensando cómo puedes enriquecer el proyecto del otro.
3. PASIÓN POR MEJORAR LO VIGENTE.
Si eres más negativo que una resta, va a ser casi imposible que logres recuperar el estado mental correcto para crear y terminarás convirtiéndote en la típica persona que encuentra un problema para cada solución. Para crear es necesario creer que las cosas pueden mejorar, es necesario convertirnos en lo que Matt Ridley llama un optimista racional o en un soñador profesional como se autodenomina Phillipe Starck.
Lo más importante para recuperar la pasión por mejorar lo vigente es revertir lo que se conoce como “negativity bias“, un sesgo cognitivo que nos hace poner más atención a la información que nos asusta o nos perturba que a la información esperanzadora o positiva.
¿Cómo desactivar este sesgo natural que todos traemos pre-instalado en nuestro cerebro? Para Peter Diamandis, co-fundador de Singularity University el antídoto está en analizar la evidencia que revela cómo algunas cosas que pensamos que han empeorado con el tiempo, en realidad han mejorado.
Por ejemplo: El porcentaje de la población global viviendo en pobreza extrema.

Es importante buscar evidencia que muestre que no todo está tan mal como creemos porque estamos saturados de malas noticias y de conversaciones que describen de manera muy convincente que la situación actual es un desastre. Para encontrar más evidencia que te ayude a ser más positivo sobre el futuro visita Our world in Data una plataforma pública con acceso a datos históricos globales en diferentes temáticas.
Para rematar la importancia de tener pasión por mejorar lo vigente, les dejo el video completo de la campaña Think Different de Apple de 1997 narrada por Steve Jobs.
En conclusión: La próxima vez que te sientas inseguro al crear, recuerda que la creatividad es un estado mental al que todos tenemos acceso, el secreto para recuperarlo está en cultivar consistentemente los 3 rasgos de la mentalidad creativa.
1. Tolerancia al rechazo.
2. Apertura a compartir tus ideas.
3. Pasión por mejorar lo vigente.
¿Qué sigue?
Una vez que hayas logrado restablecer el estado mental correcto para crear, el siguiente paso es buscar inspiración. Si quieres más información al respecto, en este post explico en 5 minutos como funciona el modelo de las 4 fuentes de inspiración.
Carlos,
Este texto llegó en el momento justo por que estoy empezando con la exploración de un nuevo servicio para nuestros clientes.
Por pasar tanto tiempo en la administración del día a día, caí en un letargo mental o la “maldición del administrador”.
Ya se me habían olvidado las 4 fuentes de inspiración que vimos en Academy.
Gracias!!
Me encantó! Le leí completito mil gracias!!!!
Muy útil Carlos, Mil gracias por compartir.